Los golpes cortos no tienen la vistosidad, pero son los que nos hagan estar bajo par o sobre par.
Mejorar los golpes cortos, tanto chip como pitch, es algo que no sólo nos hará ganar partidos, sino que a largo plazo bajará nuestro handicap.
La sujeción del palo debe ser suave…
Un error común que cometen la mayoría de los golfistas novatos es tomar demasiado fuerte el palo. Sujeta el palo muy fuerte puede acabar con nuestro juego, en especial en el juego corto.
Cuando se trata de atacar la bola, debemos mantener las manos firmes, pero suaves. Si lo dividimos en una escala de 1 a 10 (siendo 10 el más suave), busquemos un agarre alrededor de 4 o 5, lo que aliviará la tensión en los brazos y muñecas. Posteriormente nos concentraremos en la postura para hacer un buen chip. Esto incluye mantener la barbilla alta y la espalda recta.
El cuerpo debe girar…
Tanto al hacer un chip como un pitch es muy importante rotar el cuerpo para adelante, mientras se hace el swing. Muchos jugadores en este tipo de golpes sienten que no tiene porqué girar el cuerpo, lo que es realmente un gran error.
Para impactar con la pelota en la mejor posición debemos comenzar balanceando la cabeza del palo hacia atrás. Después la rodilla derecha debe moverse hacia la izquierda, generando un movimiento de bajada desde el lado derecho.
Este movimiento supone que liberamos nuestro lado diestro y nos va a impulsar a que nuestro cuerpo haga un buen swing, que ayude a la ejecución final del golpe.
Darle el ritmo perfecto al golpe…
A diferencia del drive, donde la velocidad de golpeo es esencial, en el golpe corto la ecuación cambia. La potencia pierde valor y el control lo gana.
Para el juego en corto agarremos el palo suavemente y subámoslo mientras respiramos profundo. Lo que buscamos con este golpe es mucho control y una aceleración suave que le de la fuerza suficiente a la bola.
Atento al rebote del palo…
Al hacer este tipo de tiros cortos tenemos que ser conscientes que el palo pegará en el suelo y rebotará. Así que es importante que las manos queden alineadas con la cabeza del hierro. En el momento de golpear, presionemos con fuerza hacia adelante y así evitaremos que el palo se atasque en la hierba y el golpe pierda el ángulo de ataque planeado.
El brazo izquierdo debe apuntar y guiar…
No hay que olvidar que el control proviene del brazo izquierdo cuando golpeamos. Por ello nos tenemos que valer de él… Dejemos que nuestro brazo, mano y muñeca izquierdos nos guíen a través del movimiento hacia atrás y hasta el contacto con la bola.
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