Sólo un poco de constancia, entrenamiento y algunos cambios en el planteamiento de nuestros golpes es lo que necesitamos para mejorar en la llamada “zona REAL de resultados”, y así sacar el máximo partido a nuestra vuelta.
- Buena técnica
- Buena sensación (para la distancia)
- Buena Imaginación
“Putteemos” con un hierro largo cerca del green… En efecto, cuando estamos muy cerca del antegreen, la opción más fácil y más segura es utilizar un hierro largo para rodar la pelota. Entonces, usemos un hierro con poco loft, para que vuele poco y ruede mucho.
Adelantemos las manos respecto de la pelota (más/menos 7 centímetros)… Mantengamos el peso predominante sobre la pierna izquierda (si somos diestros) y adelantemos las manos respecto a la bola. Esto nos hará más fácil impactar en el punto dulce.
Centrémonos en el punto de aterrizaje… Es de vital importancia hacer picar la pelota en el punto concreto y correcto que queremos para que termine cerca del hoyo… Una vez estemos completamente preparados para el golpe, mantengamos en la mente el punto concreto de bote.
Manos bloqueadas, chip constante… La mayoría de malos chips se deben a una excesiva acción de manos. Nunca doblemos las muñecas al jugar un chip, en cambio controlemos el swing con los brazos y hombros.
Aumentemos el número de swings de práctica… Las sensaciones son muy importantes para dar un golpe correcto, por lo mismo, realicemos swings de prácticas hasta encontrar la sensación que buscamos para dar el golpe perfecto… Esto aumenta muchísimo nuestro tacto y sensación.
HABLANDO de GOLF 